sábado, 25 de agosto de 2012

Más cerca que si no fuera cierto


Otra vez, otra vez.

Mientras más alto saltaba, más coraje armabas, mejor sonaba tu rima, y una lágrima, tallabas.
Cuando poco aire le quedaba a lo ancho de mi pecho, inflado, grande, mentido, me pateaste el banquito… y sin juicio me moriste al placard. O hicimos de cuenta que.
Más lejos me pateabas y más cerca empecé a sentirme. El tiempo podría llegar a ser aliado, después de tanto disolver colores. Después de tanto mandarme al barro. Aunque después me cobre el alma con la cara de la moneda que nos vio cruzarnos. Que compró los valores que vamos a perder para encontrarnos.
No te creí todo lo que dijiste. Pero tampoco creí lo que no me convenía y era. Te creo lo que quiero, porque es lo que me sirve. Lo que ya no sé si es amablemente cierto. Lo que necesito.

Sangre o derechos, muerte o valor.

En el dogma de tu miedo, muere el aire de la vida. La sangre se vuelve más rosa, y más la tuya aún. No podés dejar la piel secando al sol. No podés mentirme lo que siento de vos hacia mí. No podés controlar lo que siento de vos hacia mí. No podés recortar lo que hay de vos hacia mí. No podés mentir lo que hay de vos hacia mí. O no tanto.*

Salvo que sea un capricho.

No te creo, salvo que sea un capricho.


* Tu historia es tuya y no califica. No conmigo, no por vos. Como si no existiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario