Aparece el elemento. Cada sonido deja una huella, un signo se graba en la memoria de materia abstracta y estructura la conexión de la percepción con el elemento a cada vez. Las huellas psíquicas, genuinas, puras, tejen una red unipersonal y dialéctica entre sí que condiciona cada paso dado en el tiempo, coloreado por la ley fundamental y esencial de cada uno de nosotros. La interpretación más libre del universo. La versión más virgen de la esencia humana.
miércoles, 29 de febrero de 2012
premundo
todo era nada y la ansiedad en mi asfixia volaba cada vez más alto y revoltoso nadaba y nadaba volviendo anclas mis brazos y hielo caliente el fluído que encuadraba el espacio ese espacio en ese momento en esa instancia donde soy el sonido puro la vibración sin fuente en proyección infinita el todo en la nada en la superposición de muchas nadas diferentes pero iguales donde nunca fui tan libre donde era pura sustancia absoluto
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